BUENOS AIRES (NA) — En medio de la segunda ola de coronavirus, el Gobierno Nacional entró en una fuerte disputa con los gremios docentes por los pedidos para suspender las clases presenciales.
Tras la importante suba de casos de las últimas semanas, la presencialidad escolar, que comenzó este año luego de un 2020 en el que todas las actividades escolares se desarrollaron de manera virtual, fue puesta en el centro de la discusión por los sindicatos docentes, que aseguran que no están dadas las condiciones para dar clases en los establecimientos educativos.
Frente a los pedidos de suspender la presencialidad, el ministro de Educación, Nicolás Trotta, aseguró que es necesario “trabajar junto a los gremios” para que “la comunidad en general ponga como prioridad la escuela presencial”.
El funcionario del Gobierno remarcó que “la restricción de la circulación no puede empezar por las escuelas” ya que “hay otras actividades menos importantes que la escuela para reducir la circulación” de la sociedad.
“La restricción de circulación no se puede iniciar con la escuela. La presencialidad puede reducirse aún más sin llegar a la no presencialidad, pero la escuela no puede ser el primer lugar donde ir a reducir la circulación”, indicó Trotta en declaraciones televisivas; y aseguró que “los lugares donde se cumplen los protocolos son lugares de bajo riesgo”, mientras que “los espacios de socialización es donde se multiplican los contagios”.
En tanto, varios sindicalistas vinculados a la comunidad educativo ya expresaron públicamente la necesidad de volver a las clases virtuales en los distritos donde “la realidad epidemiológica lo imponga”.
En la Unión de Docentes Argentinos indicaron que “solo en aquellos distritos, departamentos o ejidos urbanos que la realidad epidemiológica lo imponga hay que implementar la virtualidad con la provisión por parte de los gobiernos de las herramientas digitales imprescindibles. Hay que focalizar y advertir el lugar del problema”.