BUENOS AIRES (NA) — “La Argentina es un país que cíclicamente vuelve al problema inflacionario, que no lo logra nunca terminar de superar. Cuando empieza a superarlo, otra vez vuelve”, afirmó el presidente Alberto Fernández.
Durante una entrevista con CNN en Español, precisó que “la Argentina tiene una conciencia inflacionaria y los empresarios tienden a decir este es mi momento, estoy vendiendo mucho. Es ahora o nunca”, explicó.
Por otra parte, Fernández afirmó que las tarifas tendrán “un aumento del 9% y punto”, y destacó que la Argentina no está “lejos de lograr un acuerdo” con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
“Con (el ministro de Economía) Martín (Guzmán) hemos fijado un aumento (de las tarifas) del 9% y punto. Por ahora no vamos a discutir más ese tema”, resaltó Fernández.
“No habíamos previsto que íbamos a tener la escalada inflacionaria que tuvimos en marzo y abril, que en dos meses fueron casi nueve puntos. Eso nos hace repensar el tema. No puedo tener este nivel inflacionario y exigirle a la gente que además pague mucho más de tarifas”, señaló.
“Por lo tanto, para nosotros la tarifa es un tema terminado. Vamos con el aumento que discutimos y, como bien dice Martín, a trabajar en la segmentación, porque en eso yo estoy totalmente de acuerdo con Martín. Si nosotros no segmentamos todos terminamos beneficiados con subsidios que paga el Estado”, agregó.
Al referirse a la negociación por la deuda con el FMI, el jefe de Estado subrayó: “Por lo que hablé con (la titular del Fondo) Kristalina (Georgieva) no estamos lejos de lograrlo. Fue una muy buena charla, muy franca y muy honesta en donde destaqué todas estas cosas”.
“Yo quiero un acuerdo con el Fondo, quisiera que fuera cuanto antes. Si logro un acuerdo con el Fondo, yo no tengo ninguna obligación inmediata (de pago). A fin de mes hay un vencimiento con el Club de París, que creo que vamos a poder prorrogarlo en la obligación de pago”, puntualizó.
Consultado sobre las condiciones negociadas con el FMI relativizó la importancia del equilibrio fiscal.
“El equilibrio fiscal salió de los manuales de la ortodoxia económica. La ortodoxia económica no existe más en el mundo, no existe más: la han roto los países centrales”, argumentó.