BUENOS AIRES (NA) — Las autoridades de la gobernación iraquí de Di Car, en el sur del país, reportaron ayer la muerte de dos pacientes diagnosticados con la mucormicosis, una infección rara y potencialmente mortal también conocida como “hongo negro”.
El portavoz del servicio sanitario local, Ammar al Zamili, confirmó la enfermedad como la causa de muerte de los pacientes, ambos vecinos de Nasiriyah, la capital de la región, aunque precisó que se trata de casos “muy raros”, según cita el portal The New Arab.
Asimismo, detalló que la afección es provocada por la “exposición al moho” en el suelo, así como frutas y verduras en estado de descomposición, y recalcó que las personas con enfermedades oncológicas y diabetes constituyen el principal grupo de riesgo.
Hasta el momento no trascendió la edad ni el sexo de los fallecidos, así como tampoco si habían padecido alguna enfermedad concomitante.
La enfermedad habitualmente aparece en pacientes con algún tipo de inmunodeficiencia.
Actualmente, los médicos de la India, donde la pandemia está causando estragos, la consideran una complicación poscovid, aunque no es contagiosa y no se transmite de persona a persona.
Por su parte, el director general de Salud Pública iraquí, Abdul Amir Al-Halfi, remarcó que “el hongo negro es una enfermedad muy rara que afecta a los inmunodeprimidos, y no tiene nada que ver con el coronavirus”, según informó la agencia estatal de noticias INA.
Entre los síntomas de la afección, se destacan el dolor y enrojecimiento alrededor de los ojos y la nariz, jaquecas, fiebre y tos.
Además, puede manifestarse con dificultades respiratorias, vómitos con sangre e, incluso, un estado mental alterado. .
En cuanto a las áreas directamente afectadas, la infección puede asentarse en los senos nasales o los pulmones, tras ser inhaladas las esporas del hongo.
Las personas más vulnerables son aquellas que tomaron muchas medicinas recientemente o que pasaron un largo tiempo en unidades de cuidados intensivos. .
Entre los sobrevivientes del Covid-19, la mucormicosis puede implicar en casos extremos la pérdida de la mandíbula superior y de los ojos. .
Según informaron os Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos, el promedio de mortalidad a causa de la dolencia es de un 54 por ciento.