NEUQUÉN (ED). — Al margen de los argumentos inspirados en la -siempre atendible- situación sanitaria, las decisiones del gremio docente (ATEN) que conduce Marcelo Guagliardo obedecen, en gran o al menos proporcional medida, a la áspera interna sindical.
Ahora, Guagliardo y los suyos llamaron a mantenerse en la virtualidad y no acatar el regreso a las aulas, dispuesto para este martes en ciudades que permanecían al margen de la presencialidad, como Neuquén, Senillosa y Plottier. Horas antes, sus férreos opositores habían agitado el avispero con acusaciones y llamados a la conformación de un frente.
En el medio quedaron los estudiantes, las familias y la comunidad que carga sobre sus espaldas con más de un año de pandemia, plena de temores, angustia y preocupación.
Referenciadas en la ex diputada provincial por el Frente de Izquierda y ex conductora de ATEN Capital, la oposición plantea darle batalla al sector que encabeza Guagliardo. Ahora, lanzaron nuevas consignas: “Tenemos que recuperar ATEN, para enfrentar el ajuste como sindicato independiente del Estado y de los gobiernos”, dice una de ellas.
Entre una larga lista de imputaciones, argumentaron que “estos últimos años, particularmente, han abandonado los mecanismos sindicales democráticos y han tenido con el gobierno provincial una política de contemporización y actuación por consensos”.
“El mayor de los acuerdos que tienen con el gobierno provincial es el de imponer la reforma educativa. Una reforma que el TEP impulsó codo a codo con la ministra Storioni”, dicen.
“En el año 2020 fuimos víctimas de la pérdida de gran parte de nuestros derechos laborales, en el marco de la pandemia y la virtualidad, mientras la conducción de ATEN se escudaba en el quedate en casa para contener cualquier lucha que pretendía no retroceder ante el ajuste”, acusaron y plantearon la segunda consigna: “Necesitamos recuperar ATEN para luchar por nuestros derechos”.
Concluyeron que en esas circunstancias “construir la unidad es una obligación” para expulsar a Guagliardo y a quienes lo secundan de la conducción del gremio de los trabajadores de la Educación.
En definitiva una nueva batalla que, como las anteriores, deriva en medidas de fuerzas y deja a los estudiantes en el medio.