NEUQUÉN (ED). — Tras el aguacero del domingo, el subsecretario de Limpieza Urbana de la municipalidad de Neuquén, Cristian Haspert, se quejó tanto de quienes tiran desperdicios en cualquier lado y tapan las bocas de tormenta, como de los que directamente se roban las tapa metálicas.
El hecho es que ¡Siempre se llovió se inundó! Y esta esta vez no fue la excepción; por el contrario, el agua volvió a ingresar a comercios y viviendas, con todos los perjuicios que eso genera.
Haspert comentó que en algunas zonas la gran cantidad de residuos impedía que se absorba el agua, pero que con la limpieza, se pudo escurrir de forma rápida.
Aun así, lamentó los hechos de vandalismo ya que se registró la falta de 150 tapas de boca de tormenta, lo que provocó que algunos lugares se taparan con basura.
“Hace cuatro meses faltaban 40 y ahora 150”, dijo el funcionario y pidió a los vecinos y vecinas que no levanten las rejillas “porque en ese momento ingresan al sistema pluvial residuos y se generan grandes tapones. Tenemos 150 bocas faltantes y sobre esos puntos vamos a tener que hacer un gran trabajo”, finalizó.