BUENOS AIRES (NA) — En medio de una verdadera fiesta y comunión con la gente, la Selección argentina goleó esta noche a Venezuela por 3 a 0, en el estadio “La Bombonera”, por la decimoséptima fecha de las Eliminatorias Sudamericanas rumbo al Mundial de Qatar 2022.
Los goles del equipo albiceleste fueron convertidos por el delantero Nicolás González, a los 35 minutos del primer tiempo y luego aumentaron Ángel Di María, a los 34, y Lionel Messi, a los 36, ambos en el segundo tiempo.
El equipo nacional disputó su último partido como local hasta el inicio del mundial de Qatar, aunque previamente tiene la final ante Italia por la Copa que disputarán el campeón de la Eurocopa y el de la Copa América.
Argentina cerrará su participación en las eliminatorias el próximo martes cuando visite a la también clasificada selección de Ecuador, en Guayaquil, mientras que Venezuela recibirá a Colombia, que necesita ganar para contar con chances de ir al Repechaje. .
El partido comenzó siendo más colorido que bien jugado, con Argentina ya clasificada y Venezuela sin posibilidad de nada, aunque los dirigidos por José Pekerman mostraron sus intenciones de hacerle las cosas un poco ásperas al conjunto local.
Messi, libre por todo el frente de ataque, distribuyó y buscó asociarse con Nicolás González y Joaquín Correa y a los 3 minutos remató desde afuera del área, tras pase de Mac Allister y el arquero Wuilker Fariñez controló junto a un palo.
El mediocampista Leandro Paredes fue, como siempre, el eje por donde pasaron los balones argentinos, siendo Rodrigo De Paul el socio silencioso de él y de Messi.
Venezuela llegó a esperar, a juntar líneas, estar cerca y contenidos y salir de contragolpe con la velocidad de Rondón y lo que pudiera aportar Josef Martínez.
Las jugadas de riesgo ante los arcos fueron escasas, Venezuela pisó una vez el área de Franco Armani y el ataque argentino no fue prolijo a la hora del último pase.
Sobre la media hora de juego Messi se enchufó, intentó una pared con Correa, que no prosperó, pero el rebote le quedó al capitán argentino, un defensor le tapó el remate y Nicolás González capturó el balón, pero su disparo se fue cerca del poste izquierdo.
Una buena chance estuvo en los pies de Joaquín Correa, cuando ingresó por la derecha, pero su remate lo tapó el arquero venezolano con los pies.
En una arranque de Messi, y una buena combinación con De Paul terminó con el centro del hombre del Atlético Madrid al corazón del área para que Nicolás González empujara al gol.
El segundo tiempo siguió la misma tónica que el primero, con Argentina dominando el centro del juego, con mucho toque debalón, en especial de parte de De Paul y Paredes, siendo siempre Messi el más buscado.
El capitán argentino ensayó dos tiros libres, de ambos sectores, que no tuvieron un remate esperado, pero el público celebró las iniciativas.
La primera situación de riesgo del complemento fue un gran desborde de Molina por la derecha y el centro al corazón del área lo empalmó Mac Allister, quien elevó el remate.
Pero lo mejor estaba por venir sobre los últimos 15 minutos de partido, casi los que necesitó Di María para levantar al público con un deleite de su pierna zurda.
De Paul siguió manejando todo y un preciso pelotazo a la espalda del defensor Makoun dejó a Di María de cara al arquero Fariñez, quien intentó achicarle, el hombre del PSG se siguió abriendo y definió con su sutileza característica, por encima del portero.
El estadio explotó de felicidad y Argentina encontró un poco de alivio en el resultado, para poder redondear una noche cuasi soñada, habida cuenta de lo complicado que se le presentó por momentos, un poco por las piernas fuertes que tuvo la “vinotinto”.
En una jugada casi de memoria, Di María habilitó a Messi, quien paró el balón de pecho y con una “pifia” de derecha, venció al arquero venezolano para cerrar la cuenta.
Lo que restó desde el gol de Messi hasta el final fue solo fiesta y festejo, pero también con un gran juego colectivo, con rotaciones y toques de primera, pero la punta final no terminó siendo precisa y el resultado no se modificó.
El final fue a pura emoción, con los jugadores saltando y cantando con la gente, y el público retribuyéndole esa confianza, al tiempo que le pedía la ansiada copa que irán a buscar a tierras qataríes.