BUENOS AIRES (NA) — El Superior Tribunal de Justicia de Chubut ordenó revisar la situación de la jueza penal Mariel Súarez, quien fue filmada besando a un preso que visitó en la cárcel y a quien ella había juzgado por un crimen brutal.
Para el Tribunal, la magistrada puso en jaque su imparcialidad al besar al preso Cristian “Mai” Bustos en el Instituto Penitenciario Provincial el 29 de diciembre de 2021.
Ese día la jueza, haciendo uso de su cargo, ingresó al penal a visitar al interno con la justificación de que quería entrevistarlo para un libro que ella estaba preparando.
Allí fue donde el oficial penitenciario en guardia la grabó porque le pareció que se estaban besando y para el Tribunal Superior de Justicia, su conducta fue “deslucida y desajustada”.
“Mientras conversaban, se besaban: él acarició su cabello y Suárez tomó fotografías tipo selfie de ambos con un celular”, detalló el informe del Tribunal.
Incluso, el preso y la jueza se vieron al día siguiente: “Ya conociendo el lugar se sentaron en sillas en una ubicación tal que no podía ser tomada por las cámaras”.
Para el Tribunal, que envió las actuaciones al Consejo de la Magistratura local para que evalúa si realiza un Jury de enjuiciamiento, la magistrada violó el artículo 10 inciso B del Reglamento Interno al no “observar una conducta decorosa compatible con la dignidad de la función judicial”.
También el artículo 13 de la ley de ética que prevé el “deber de conducirse apropiadamente en público” y el artículo 17 del Código Procedimiento Penal que habla de “igualdad entre las partes e imparcialidad”.
“Los jueces tienen actividad jurisdiccional y una vida personal que deben armonizar en lo público con su función. La sociedad necesita tranquilidad espiritual al observar qué hacen de su vida pública aquellos que deciden sobre la suya; demandan probidad en su actividad extra judicial”, advirtió el informe.
La magistrada Mariel Suárez justificó su visita al centro penitenciario con la excusa de entrevistarlo para la preparación de un libro.
Suárez, poco antes, había integrado el Tribunal que, por entonces, condenó a Mai Bustos a perpetua por el crimen del policía Roberts, aunque su voto fue por declararlo inocente.