SENILLOSA (ED) – La zona de Senillosa rural sufre reiterados robos de cables que luego son comercializados por el cobre. Se trata de cables a tierra y largas extensiones que llegan a los 200 metros, y que conectan a las viviendas rurales.
El lunes se reportó un nuevo robo en el kilómetro 1257 de la Ruta Nacional 22, que afectó, en esta oportunidad a Néstor Mansilla, uno de los ocupantes de la zona rural que tiene la característica de ser muy extensa y con pocas viviendas.
Presa de la incertidumbre, montó guardia desde el lunes a 200 metros de su casa en un pilar del EPEN, porque desconocidos ya dejaron sin luz a sus vecinos y a su vivienda. Ahora teme que se lleven los cables que quedan.
“Hacia un par de días que el vecino estaba sin luz no sabíamos por que, resulta que le habían cortado la puesta a tierra del transformador. Ayer a la medianoche me pasó con mi línea. Volvieron a cortar, vino el personal del EPEN y se encontró que habían cortado el otro cable que era la puesta a tierra de mi casa. Desgraciadamente ayer tuve que dormir al lado del pilar”, explicó Mansilla.
También informó que intentó hacer la denuncia pero no se la quisieron tomar en la Comisaría 11 y sólo pudo hacer una exposición.
“Todo Senillosa tiene el mismo problema, se llevan todo lo que sea cobre”, señaló y reconoció que en otros sectores también han sacado tres transformadores que tiraron al piso para sacarle la bobina de cobre y después los dejaron abandonados.
Desde el EPEN confirmaron que en la zona tienen varios episodios de robos de puestas a tierras y subestaciones transformadoras en distintos lugares, entre ellos en Senillosa y Rincón de los Sauces. Desde el ente alertaron que estas prácticas son muy peligrosas, no solamente por dejar sin servicio, sino por el riesgo de vida que implica.