Al cabo de una semana, los bonos soberanos cotizan a nivel basura, el dólar se fue a $300 y la inflación marcha enfurecida hacia el 8% en julio. Al menos hay dos razones por las cuales el mercado por ahora no le cree a la reemplazante de Martín Guzmán.
El Banco Central emitió casi $ 670.000 millones en lo que va de julio, en buena medida para amortiguar la caída en la cotización de los títulos públicos. Son pesos que terminan presionando sobre el tipo de cambio.
La vicepresidenta Cristina Kirchner, la verdadera jefa de Estado según los hombres de negocios, no abrió la boca sobre los dichos de Batakis y mandó a su tropa a preparar un proyecto similar al salario universal reclamado por los piqueteros más duros.
La senadora ordenó que la iniciativa tenga otro nombre, pero en los hechos representará el mismo problema: más gasto.
La ex presidenta a veces tiene el problema de poner el carro delante de los caballos.
Primero se le ocurren los gastos y luego busca cómo financiarlos, casí siempre con medidas que espantan a los capitales, como el impuesto a la riqueza.
Ahora dicen que está molesta con la renta “inesperada” recibida por sus archienemigos del sector agropecuario, sobre quienes alguna vez dijo que se enriquecían con un “yuyo”, la soja.
El proyecto que se baraja en el Senado estima realizar un desembolso adicional para unos 8 millones de trabajadores informales.
Representaría un costo fiscal que supera los $ 300.000 millones, y Batakis ya avisó que es “inviable”.
El mismo mensaje envió el presidente Alberto Fernández, cuando su vocera negó de plano que se analice un salario universal.
Empresarios espantados
El clima entre algunos referentes del poder económico es de espanto ante las decisiones que podría tomar la clase política.
Históricamente, los políticos argentinos fueron entrenados para cocinar ideas distribucionistas con plata inexistente. Hicieron abuso de la Casa de la Moneda.
Todos lo saben. No existe en la Argentina una dirigencia política del estilo noruego, que cuando se produjo el hallazgo monumental de petróleo en el país nórdico decidió constituir un fondo anticíclico y no gastarla toda.
Qué hubiese pasado si Noruega hubiese estado gobernada por dirigentes políticos argentinos: seguramente ahora no tendría reservas por por 1,3 billones de dólares de patrimonio.
Sí, Noruega tiene un fondo soberano que representa cuatro veces el Producto Bruto argentino.
¿Será capaz la clase política de hacer algo parecido con el producido de Vaca Muerta? Difícil.
De los US$ 662 millones recibidos en regalías petroleras por Néstor Kirchner cuando era gobernador de Santa Cruz, no queda nada.
Kirchner -asesorado por el propio Domingo Cavallo- envió esa plata a Suiza y la puso a salvo de la crisis del 2001.
Pero hoy de esos fondos no queda nada, y nadie explica qué ocurrió. Tres de cada cuatro santacruceños son empleados públicos.
El déficit fiscal de la Nación se disparó 92% en el primer semestre del año, como consecuencia de la fuerte alza de los subsidios, en especial los destinados a la energía. El gasto público subió 10 puntos por encima del costo de vida.
De no mediar un giro de 180 grados, la inflación se proyecta hacia los tres dígitos.
El riesgo país se mantuvo toda la semana en alza, al avanzar hasta los 2.754 puntos.
El costo de los seguros contra un posible nuevo default del país aumentó de 4.981 a 5.610 puntos básicos.
Los ahorristas retiraron más de US$ 450 millones desde que se conoció la renuncia de Guzmán.
El Banco Central omitió ajustar la tasa de interés de los plazos fijos, lo que plantea un interrogante sobre qué harán los ahorristas en lo que resta de julio.
Las colocaciones a plazo rinde 53% cuando la inflación se encamina al 90% anual.
Según un informe de Ecolatina, el frente externo está dejando de jugar a favor de la Argentina.
Hubo bajas en los precios del trigo, la soja y el petróleo, y el dólar por primera vez en 20 años superó al euro.
Diversas consultoras empiezan a advertir que la economía podría no crecer en el segundo semestre del año.
Las espaldas de Batakis
Pero las mayores dudas se depositan en cómo hará Batakis, una ministra con poco respaldo político, para decirle a funcionarios de La Cámpora que manejan presupuesto multimillonarios, que no pueden seguir gastando a destajo.
Miguel Pesce, el presidente del Banco Central que presume ante sus interlocutores de tener muñeca para manejar el mundo de las finanzas, perdió puntos ante la opinión pública.
Dijo que no se aplicarían medidas sobre el dólar para el turismo y a los tres días se anunció el recargo de 10 puntos en la percepción que se queda la AFIP sobre el dólar tarjeta.
Más plata para el Estado, más fondos para gastar en decisiones demagógicas que espantan inversores.
La medida golpeó duro también sobre los muchos argentinos que vienen planificando su viaje para seguir a la Argentina en el Mundial de Qatar.
Esa disputa deportiva, última oportunidad de Lionel Messi de consagrarse con la Selección en un Mundial, representa un dolor de cabeza para las reservas alicaídas del BCRA.
El diario de mayor circulación en la Argentina publicó que Batakis le dijo al Gabinete que la situación de las reservas es “desesperante”. No hubo desmentidas.
Promesas de austeridad
Batakis transcurrió su primera semana como ministra hablando de equilibrio fiscal.
Pero esas promesas aún no lograron calmar a los inversores, que temen otro incumplimiento de la deuda soberana.
El propio FMI salió a sostener el discurso de la funcionaria, al destacar los esfuerzos de la Argentina por contener los gastos.
Un consultor que tiene como clientes a grandes empresas, dijo que las medidas aplicadas “son de cirugía menor, cuando el país ya necesita cirugía mayor”. Y menospreció: “Están compuestas por una buena cuota de expresiones de deseo”.
El mundo empresarial aboga por un acuerdo político al más alto nivel, pero existen dudas sobre quiénes deberían sentarse a esa mesa.
El diálogo entre Cristina y Mauricio Macri aparece como imposible, ya que hay demasiado desprecio mutuo.
La relación entre Alberto Fernández y Horacio Rodríguez Larreta se dinamitó durante la pandemia y con la decisión de la Nación de quitarle parte de la coparticipación a la Ciudad.
El tercer espacio que apareció en las últimas elecciones, encabezado por los libertarios Javier Milei y José Luis Espert, se muestra como una dirigencia con enorme volatilidad.
Sequía de reservas
Esta semana, las reservas brutas podrían perforar el piso de los US$ 40.000 millones. Las netas estan en terreno negativo desde hace varias semanas.
Mientras tanto, los productores rehúsan vender los granos de soja y en los campos se ven silobolsas llenos.
En el Banco Central estiman que los productores retienen unos US$ 3.000 millones en soja que se podría haber liquidado ya.
Por eso suena fuerte la amenaza de aplicar una suba de retenciones, pero el inconveniente es que debería contar con un aval del Congreso por ahora imposible.
El clima de incertidumbre recorre los principales pasillos del Gobierno, donde todavía no se sabe si los cambios terminaron con Batakis.