BUENOS AIRES (NA) — Corría el minuto 94, con el marcador igualado en tres goles por lado, cuando Lionel Messi frotó la lámpara y anotó un golazo de tiro libre para darle el triunfo al Paris Saint-Germain sobre el Lille y volver al triunfo luego de tres caídas consecutivas.
Con esta anotación, Messi llegó a los 11 goles en la presente temporada en la liga francesa (también acumula 10 asistencias), pero lo más sobresaliente es que marcó de tiro libre por 61° ocasión en su carrera, igualando en dicha estadística a Diego Armando Maradona.
A lo largo de su gloriosa carrera, Messi hizo 50 goles de tiro libre en el Barcelona, 9 en la Selección argentina y otros 2 en el PSG, su club actual. El Pelusa, por su parte, hizo 20 en Argentinos Juniors, 5 en Boca, 5 en Barcelona, 24 en Nápoli, uno en Sevilla, 4 en la Selección argentina y otros dos en la Selección Sub-19.
De todas maneras, a Messi aún le queda un largo camino si quiere convertirse en el jugador con más goles de tiro libre en la historia del fútbol ya que se encuentra a 16 de Juninho Pernambucano, quien anotó 77 con las camisetas de la Selección de Brasil, Sport Recife, Vasco da Gama, Lyon, Al-Gharafa y New York Red Bull.
Maradona, ¿el profesor de Messi?
El histórico preparador físico de Diego Armando Maradona, Fernando Signorini, contó que en febrero de 2009, a pocos meses de que Maradona asumiera como director técnico de la Selección, el Pelusa le dio unos consejos para que mejore su técnica.
“Lionel puso la pelota mirando hacia el arco, un poco sobre la izquierda y cuando le pegó, su remate se fue lejos, por arriba del ángulo de la mano derecha de Juan Pablo Carrizo. Hizo un gesto de fastidio y, como enfiló para el vestuario le salí al cruce”, comenzó su relato Signorini.
“’Decime una cosa, ¿un jugador como vos se va a ir a duchar con esa porquería? Agarrá una pelota y volvé a intentar’. Termino de pronunciar eso y veo que viene Diego, que lo había escuchado todo, como siempre”, siguió.
Según relato el ex preparador físico del Diez, Maradona tomó del hombro a Mesi y le dijo: “Leíto, vení. Vamos a hacerlo de vuelta. Poné la pelota ac´y escúchame bien, no le saques tan rápido el pie a la pelota, porque si no ella no sabe lo que vos querés”.
“Entonces, la acarició con la zurda y la clavó en el ángulo, inflando la red ante la mirada de admiración de Messi. Yo pegué media vuelta y no quise ver más, ya era suficiente. Allí estaba el fútbol argentino”, cerró.