NEUQUÉN (ED) — “Sigo siendo afiliada al Movimiento Popular Neuquino; fui electa por la alianza o la coalición, Juntos por el Cambio, pero conservé mi filiación política”, recordó la senadora Lucila Crexell tras la jornada electoral en la que se impuso Rolando Figueroa.
En declaraciones radiales analizó que “lo que pasó ese domingo tiene que ver con una mala gestión partidaria que fue expulsando dirigentes y que cerró su puertas al debate al diálogo, a la revisión y autocrítica” y agregó que eso generó “una gran diáspora no solo de un dirigente histórico del partido como es Rolo sino también de una cantidad enorme de votantes, seguramente muchos de ellos afiliados al Movimiento Popular Neuquino”.
“Cuando los partidos políticos pierden su esencia y su función de debatir puertas adentro y de generar espacios de recambio, alternancia, y que garantiza en reglas transparentes de elección lo que ocurre es lo que pasó el domingo”, consideró Crexell.
“Creo que todos los partidos con colectoras que llevan terminan siendo cambalaches, ya no me voy a desdecir de lo que dije, no soy para nada hipócrita. Me parece que las reglas electorales del armado de colectoras no favorece la institucionalidad y la coherencia de las líneas o coaliciones políticas”, sostuvo.
Evaluó que con las colectores “lo que termina pasando es que se aglutinan personajes para ocupar un lugar en la Legislatura o después negociar un cargo de poder. Eso afecta muchísimo la gobernabilidad, sobre todo el debate saludable en la Legislatura”.