PLOTTIER (ED) — En sus intentos por revertir lo que dicen las encuestas, el diputado provincial y candidato a intendente de Plottier, Andrés Peressini o sus militantes habrían realizado una maniobra que reconoce antecedentes en la debacle de 2001. Y así como en aquella crisis, el entonces gobernador de la provincia de Buenos Aires, Carlos Ruckauf, repartió zapatillas que tenían su firma, ahora aparecieron leche y quesos con la foto y pegatina de Peressini y sus concejales.
En ambos casos, los destinatarios fueron niños. Ruckauf las mandó a distribuir, en marzo de aquel año, entre alumnos de familias con carencias económicas. Y Peressini repartió esos productos ahora, hace unos días, en oportunidad del Día del Niño y jornadas cercanas. Lo hizo, por supuesto, en los barrios pobres.
La imagen del candidato pegada al envoltorio de un queso habla a las claras sobre lo que semejante inspiración representa. De hecho, muchos de los que lo vieron consideraron al creador de esa idea, precisamente un queso. Otros lo denostaron por aprovecharse de la penosa situación que lamentablemente padecen infinidad de familias, en todos tiempos inflacionarios y de vacas flacas.
No sólo ese derivado lácteo generó críticas en Plottier, sino también la “mala leche” que, hay que admitirlo, es descremada. Ruckauf terminó huyendo en simultáneo con De la Rúa y si por algo se lo recuerda, es precisamente por aquello de las zapatillas ¿Qué pasará con Peressini? Se sabrá el domingo, cuando Plottier concurra a las urnas.