NEUQUÉN (ED). — Se sabe que el ministerio de Desarrollo Social de la provincia de Neuquén tiene los días contados, ya que ni bien asuma el nuevo gobernador, Rolando Figueroa, lo disolverá y pondrá en funcionamiento una nueva estructura. Mientras tanto, el tránsito es complicado.
Lo nuevo es que, este jueves, la dirigente de Comunidad y referente política en Plottier, Julieta Corroza, dijo que “es una barbaridad lo que pasó en Desarrollo Social” y agregó que “la política tiene que mirar hacia el lado de las personas”.
Corroza, quien integrará el Gabinete de ministros de Figueroa, señaló que “ser funcionario obliga a palpar la realidad” y advirtió que en el próximo gobierno “el que robe irá preso”. Durante una entrevista que le realizaron en radio La Red también señaló que “no puede ser que haya personas que cobran un plan desde hace 30 años”.
“Nadie quiere vivir así, el plan social tiene que ser un medio hacia un trabajo digno”, sostuvo.
El presente del ministerio de Desarrollo Social es complicado. El miércoles, agrupaciones piqueteras realizaron piquetes en la ciudad de Neuquén en reclamo del pago “del trabajo realizado por unas 740 personas” y refuerzos en la asistencia a comedores. Las organizaciones, entre ellas el Polo Obrero y el Frente de Organizaciones en Lucha (FOL) acusaron al ministro Germán Chapino de incumplir sus promesas.
Por otro lado, en la semana, trascendió que la investigación por el fraude varias veces millonario, a partir del manejo irregular de planes sociales, puede alcanzar a los ex ministros Adriana Figueroa y Abel Di Luca, quienes serían indagados. Desde julio último purgan prisión preventiva tres ex funcionarios.
Se trata de Ricardo Soiza (quien fue director de Planes Sociales y es el dueño del restobar Faraón) y de sus presuntos cómplices, Néstor Pablo Sanz y Marcos Osuna, quienes estaban a cargo de la dirección de Fiscalización y del departamento de Gestión de Programas Sociales, respectivamente.
