En una inspección de rutina realizada en la U22 de Cutral Co, el personal penitenciario hizo un descubrimiento sorprendente: tres barrotes de la reja del Pabellón 1 habían sido limados, dejando un hueco lo suficientemente grande como para permitir la fuga de una persona. Este hueco estaba oculto detrás de una chapa, lo que lo hacía invisible a simple vista.
El pabellón en cuestión alojaba a seis presos, entre ellos Claudio Daniel “El Buey” Antigual y Claudio “El Barón” Ramos, conocidos delincuentes de la zona recientemente acusados por un crimen en Senillosa. Se presume que alguno de los internos planeaba la fuga en conjunto.
Las autoridades penitenciarias comenzaron una investigación para identificar a los responsables y confiscar cualquier elemento utilizado para dañar los barrotes. Además, se pusieron en marcha las labores de reparación para garantizar la seguridad en la instalación.
Este incidente se produce en el contexto de una serie de fugas recientes en la provincia, incluida la fuga de la Comisaría Tercera en la capital neuquina, donde aún hay cuatro delincuentes prófugos.
