NEUQUÉN (ED) — El gobernador Rolando Figueroa junto a otros gobernadores -y algunos vices-, asistieron este viernes al convite del jefe de Gabinete de la Nación, Nicolás Posse y el ministro del Interior, Guillermo Francos, en Casa Rosada, en un nuevo puente de diálogo tendido a las provincias.
Tras el encuentro, que sirvió para avanzar a una nueva Ley de Bases, Figueroa calificó de “productiva” la reunión, y destacó la apertura al diálogo, aunque no todas fueron flores. “Los patagónicos dejamos en claro que no queremos el Impuesto a las Ganancias para nuestros trabajadores”, ratificó.
Su par de Río Negro, Alberto Weretilneck también se expresó en esta línea a través de su cuenta X: “Planteamos nuestra oposición a que las trabajadores rionegrinos vuelvan a pagar el Impuesto a las Ganancias. No dejaremos de reclamar lo que merecemos: vamos a exigir y defender nuestros intereses”.
Según se informó, la discusión de ganancias fue uno de los temas más sensibles que no logró zanjarse, ya que obliga a los gobernadores a pagar el costo político de reinstalar un impuesto que afecta a los sectores de mejores ingresos.
En tierras neuquinas el sector petrolero y gubernamental -aún con una supuesta reducción-, no escaparía a la motosierra. Dicho de otro modo perderían ahora casi el 20% de sus ingresos, que gracias a Massa supieron conseguir.
Por lo pronto, los gobernadores se llevaron el borrador de la reformulación de la Ley Bases que incluye también otros confites como moratorias y retoques en el monotributo. El impuesto coparticipable para 2024 equivaldría a US$ 6 mil millones y tienta.