BUENOS AIRES (NA). — Luego de varios días de baja intensidad en la actividad del Congreso, el oficialismo volverá a la carga con la nueva versión de la ley ómnibus, que sería presentada este miércoles en mesa de entradas de la Cámara de Diputados incluyendo la reforma laboral, con la idea de que tenga un tratamiento exprés y sea votada el 25 de abril en el recinto.
El Gobierno confía en que los votos ya están, y efectivamente la base que pone en la matriz de cálculo son los 144 votos que tuvo la votación en general del primer intento de media sanción. Culposos por aquel fracaso que el presidente Javier Milei les endilgó públicamente, la UCR y Hacemos Coalición Federal harán lo imposible para evitar un nuevo traspié, que sería estrepitoso para todos menos para el kirchnerismo, analizan.
Sin embargo, ese escenario ideal pende de un hilo que tiene que ver con la negociación con los gobernadores. Los jefes provinciales podrían amenazar con dejar sin quórum la sesión en caso de que no vean colmadas sus expectativas, especialmente en lo que tiene que ver el paquete fiscal.
La reversión del impuesto a las Ganancias, la moratoria y el blanqueo de capitales está sobre la mesa de negociación.
La novedad es que el nuevo paquete ómnibus incluiría además la reforma laboral, que era un asunto en el que el PRO venía empujando desde detrás. Este capítulo está incorporado al DNU 70, pero está frenado por la Justicia a través de un amparo presentado por la CGT.