NEUQUÉN (ED). — La política cambiaria, el ajuste fiscal en las transferencias, el empleo y la obra pública generaron la retracción de varias actividades del país, pero su impactó también se sintió en las arcas neuquinas.
“Nos demandó un gran esfuerzo para una planificación más precisa del gobierno provincial, viéndonos obligados a trazar estrategias para hacerle frente a esta nueva realidad”; explicó el ministro de Economía, Producción e Industria, Guillermo Koenig.
El gobierno de Figueroa avanza con inversiones en áreas sensibles como salud, seguridad y educación, en un contexto complejo de la economía nacional. Se impulsaron medidas como la emergencia sanitaria y penitenciaria, ambas convertidas en ley por la Legislatura.
Un tobogán
A lo largo del primer trimestre del año, los ingresos públicos de la provincia del Neuquén sufrieron un estancamiento que -en términos reales- representa una caída, si se la compara con el proceso inflacionario que se registró durante el mismo período.
En febrero, la evolución de esos recursos fue del 9,3% contra una inflación del 13,2%; mientras que en marzo la evolución apenas llegó al 3,8% frente un índice de precios al consumidor (IPC) que se estima del 11,5%.
Menos recursos
Por otro lado, en lo que hace a la coparticipación y las transferencias corrientes que recibía de parte de Nación, la Provincia del Neuquén registró una pérdida superior a los 22.500 millones de pesos en lo que va del año.
La cifra es aún mayor si se contemplan la eliminación del Fondo Nacional de Incentivo Docente (Fonid), la eliminación del subsidio al transporte y el no pago de los montos comprometidos por la administración central para compensar el déficit de las cajas provinciales no transferidas, como es el caso del Instituto de Seguridad Social del Neuquén (ISSN), como así también el desfinanciamiento total de la obra Pública nacional en el territorio de la Provincia del Neuquén.