NEUQUÉN (ED) — Pese a que apenas tiene dos diputados, la izquierda no cesa en su intento de convertirse en una máquina de impedir. No obstante -y en virtud del escaso nivel de representatividad que le otorgó la población- los palos en la rueda que intenta en el recinto son apenas astillas, que la dejan expuesta.
En el transcurso de la semana, la Legislatura neuquina aprobó una ley a través de la cual la provincia les cobrará un canon por el uso del agua a las hidroeléctricas que explotan las represas. Eso redundará en beneficios para la población en general. Los únicos diputados que votaron en contra fueron los legisladores de izquierda, atados a un manual de la oposición por la oposición misma (que los sumerge en el anacronismo).
La estrategia es tan arcaica como el manifiesto comunista: adoptar una posición contraria a la del resto de los diputados para capitalizar adhesiones, que (por el desgaste mismo de ese recurso) son tan esquivas como siempre. La población sabe que con esas acciones priorizan sus mezquindades políticas por sobre el bienestar del conjunto de la población.
En fin, la diputada Gabriela Suppicich (Frente de Izquierda Unidad) votó en contra tras cuestionar que la norma faculta al Ejecutivo a implementar el valor del canon que considere. “Puede incluso ser de cero”, expresó en un argumento por demás absurdo. Por su parte, Andrés Blanco (Frente de izquierda – PTS) dijo que está a favor de que se cobre por el uso del recurso, pero lamentó el “valor incierto” que tendrá el canon, al tiempo que solicitó la participación de organizaciones ambientalistas en la fiscalización.
El resto de los diputados valoró los beneficios para la provincia, los municipios y la población, ya que lo recaudado se puede invertir, por ejemplo, en obras para extender y mejorar el servicio energético. La diputada Cielubi Obreque (MPN) señaló que la ley “es un acto de justicia y reparación para la sociedad neuquina”. Su compañero de bloque Claudio Domínguez explicó que la norma faculta a la Subsecretaría de Recursos Hídricos a que establezca el monto del canon por metro cúbico y puso como ejemplo que fijando a 1,20 pesos los mil litros de agua, la provincia estaría recaudando 47 millones de dólares anuales. También resaltó que la norma habilita al Poder Ejecutivo a cobrar “en especie”, lo que le permitirá a la provincia percibir volúmenes de energía a precio mayorista para luego aportarla a las distribuidoras locales a un costo más barato, lo que impactará en un menor costo de la tarifa para los usuarios.
Desde el PRO-NCN, Damián Canuto también actuó como miembro informante y calificó de “razonable y concreto” el proyecto que, según estimó, se constituirá como “un punto de partida” para “marcar nuestra posición como dueños” de los ríos de los cuales, recordó, uno le da origen al propio nombre de la provincia.
El diputado Ernesto Novoa (DC-Comunidad) consideró que el proyecto “no hace más que defender los intereses de Neuquén” y en sentido similar se pronunció su par de JxC- UCR, César Gass, quien pidió que “todos juntos velemos para que Neuquén sea parte de las negociaciones con el gobierno nacional y Río Negro para hacerse de las represas nuevamente”.