Después del ajuste, Figueroa tiene todo para ganar




Avanzan las obras en las rutas provinciales 7 y 17 con una inversión de 45 mil millones de pesos. Continúa con la mejora de la conectividad y las inversiones claves para la provincia.

NEUQUÉN (ED) — El gobierno de Rolando Figueroa comenzó la segunda mitad del año enfocado en revertir el atraso de infraestructura que arrastra la provincia y confirmó que avanza en la construcción de rutas indispensables, tanto para el turismo como para acelerar el crecimiento de la industria hidrocarburífera.

Las inversiones en las rutas provinciales 7 y 17, vinculadas a Vaca Muerta, por un monto actualizado de unos 45.000 millones de pesos son ejemplo de ello. Los trabajos se financian con recursos provinciales, que son posibles no sólo gracias al ahorro que se logró con el plan de austeridad y la eliminación de gastos innecesarios del Estado.

La primera etapa de reordenamiento incluyó recortes desde las plantas políticas hasta los gastos más superfluos de asesores, teléfonos y camionetas, que siempre bancaba el Estado (o todos los neuquinos con sus impuestos). Ahora abandonando este estado elefantístico y al mejor estilo motosierra, la Provincia rescató el aporte de los privados para brindar soluciones a los neuquinos.

La motosierra afilada, despertó el malestar de castas gremiales que se aferran a cuotas de poder, y en ese recorte de gastos que busca la eficiencia también alcanzó a los docentes, a los que se premiará por no faltar.

El gobierno de Figueroa también es un gobierno de confianza, que se refleja por el acompañamiento de la gente con el voto pero también por el respaldo de los organismos de crédito que financiará las obras que la provincia necesita. El megaprograma de infraestructura está sobre la mesa y espera por obras de gas, cloacas, pavimento dentro de los municipios, pero también por escuelas y rutas estratégicas.

Este martes, el ministro de Infraestructura, Rubén Etcheverry informó que a través de UPEFE se retomarán obras de conectividad vial que estaban paralizadas y de las cuales se habían construido apenas el 25 por ciento. Se trata del “bypass de Añelo” o ruta de la circunvalación chica sobre la Ruta 17. Algo está cambiando.

Si la primera etapa fue un tiempo de reordenamiento, la segunda etapa será de obras, que recorrerán los caminos y prometen responder necesidades de las localidades a través del ambicioso plan de regionalización.

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