Los hizo con el respaldo de una legisladora que está mencionada en una causa judicial que investiga un fraude al Estado.
NEUQUÉN (ED). — Con argumentos que distan de la realidad, un puñadito de diputados neuquinos presentó un proyecto en favor de la dirigencia del sindicato de los docentes (ATEN), que tienen a los alumnos sometidos a frecuentes paros sin poder justificar motivos claros.
El proyecto lo presentó la diputada Lorena Parrilli, con el respaldo de los diputados del Frente de Izquierda: Andrés Blanco y Gabriela Suppicich, quien fue recientemente mencionada en una causa judicial, en la que se investiga el presunto desvío de dinero y alimentos que el gobierno de Omar Gutiérrez destinaba, como ayuda social, a desempleados (para que realizaran capacitaciones que nunca se hicieron) y a familias carenciadas.
Parrilli presentó un proyecto de resolución para que el Ejecutivo Provincial convoque a dialogar “en forma urgente a la representación sindical del personal docente de la provincia”. Lo que no dice Parrilli es que ATEN inició su seguidilla de paros contra una ley que estableció un adicional que consiste en un plus del 15% en los sueldos de los docentes que no superen las tres inasistencias justificadas por trimestre. Esa ley fue aprobaba por amplísima mayoría por la misma Legislatura de la que ella forma parte y no implica ningún castigo para quienes no cumplan los requisitos de asistencia.
La dirigencia sindical que encabezan Marcelo Guagliardo y Angélica Lagunas saben que el reclamo se agotó, con cada vez menos respaldo social (el nivel de adhesión a la huelga se redujo al 24%); ahora imploran por una nueva instancia de negociación (mientras se embarcan en más protestas injustificadas).
En sus fundamentos, la legisladora K señaló que “los trabajadores de la educación realizan medidas de fuerza desde el regreso de las vacaciones de invierno en reclamo por las modificaciones a sus condiciones de trabajo efectuadas por el gobierno provincial”, lo cual es una falacia. Destacó que “en la provincia hay más de 45.000 docentes que sostienen con su trabajo, no sólo la construcción del conocimiento, sino también la viabilidad diaria de los establecimientos educativos, el refrigerio alimentario y la contención de los alumnos”. Otra falacia, ya que los docentes son en realidad 27.473.
“Cualquier forma de destrato, como el dar la espalda a sus reclamos, es un desprecio de la tarea de los trabajadores, que no debería tener cabida en un Estado democrático”, afirmó sin dedicarle ni una sola mención a los derechos de los niños a recibir educación.