BUENOS AIRES (NA) — El debate instalado por la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre la reforma del régimen de salud tuvo hoy un nuevo capítulo a partir de la dura respuesta del titular de la cámara de prepagas, el empresario Claudio Belocopitt, quien advirtió que una de las formas de poner fin al sistema es “desfinanciarlo”.
“Es una estrategia similar a la de obligar a un grupo de pilotos a despegar sin combustible suficiente y luego de que tres o cuatro aviones caigan al océano, intervenir la aerolínea y decir que los pilotos no estaban a la altura para estar a cargo del manejo de las aeronaves”, sostuvo Belocopitt, en directa referencia a la “falta de respuesta” del Gobierno y a la posible idea de estatización del sistema.
Belocopitt leyó una declaración de la Unión Argentina de Salud (UAS), que encabeza, en la que expuso la crítica situación que afrontan las empresas del sector por el impacto de la pandemia y la falta de apoyo financiero por parte del Estado.
Aunque sin mencionarla, las palabras de Belocopitt fueron una clara respuesta a los dichos de la vicepresidenta, quien volvió a referirse al tema en un acto en La Plata.
“En su momento dije que debíamos repensar el sistema de salud y que debíamos ir a un sistema integrado entre los tres subsistemas que existen: público, obras sociales y prepagas y se armó un lío. ¿No está integrado acaso a las patadas y a la fuerza porque lo impuso la realidad ya que las prepagas no saben dónde colocar a la gente?”, se preguntó la vicepresidenta.
Por su lado, Belocopitt, consideró: “La estatización de un sistema puede producirse de hecho o de derecho. En este último caso –la estatización por derecho- las autoridades elevan un proyecto al Congreso, este se debate y se aprueba de cara a la sociedad, y si fuese posible a la luz del día. Así se hizo en su momento con las AFJP, por ejemplo”.
Luego, aseguró: “Si alguien decidiera tomar de hecho el sistema de salud privado, primero debería desfinanciarlo, ponerlo al límite de su capacidad operativa, arrodillarlo y mantenerlo así hasta que colapse, y su capacidad de atención sea deficitaria”.
Dijo que “entonces, sobre los escombros, las ruinas y la salud de millones de argentinos, se expondría como un relato la excusa perfecta de que debe nacionalizarse bajo el supuesto de que el sistema no está en condiciones de dar respuestas sanitarias”.
Sobre las versiones para estatizar el sistema, indicó que “las semanas y los meses pasaron, y las soluciones nunca aparecieron, situación inversamente proporcional a los rumores sobre la intervención del sistema que aumentaban y eran cada vez más profundos, ratificados, inclusive, por confirmaciones en off”.