BUENOS AIRES (NA). — Luego de los cuestionamientos de la vicepresidenta al plan económico de Gobierno, la portavoz Gabriela Cerruti contradijo los dichos de Cristina Kirchner al negar la existencia de un “festival de importaciones”, y al asegurar que la balanza entre importaciones y exportaciones “sigue siendo muy favorable”.
“No hay festival de importaciones en la Argentina. Crece el número de importaciones por el crecimiento industrial. La actividad industrial creció el 8,1% en mayo, y esto hace que crezca la necesidad de importaciones”, detalló la funcionaria.
Y amplió: “La actividad económica de marzo es la más alta desde el 2018, previo a que estallara la crisis del macrismo. De las 15 actividades productivas, 14 crecieron y registraron más exportaciones que importaciones. Entendemos que esto está llevando a la crisis de crecimiento y tenemos que poner todas las herramientas del Estado posibles para resolverla. Los números de crecimiento hay que sostenerlos y cuidarlos porque si no aparecen las crisis. El Gobierno está obstinado en resolver que este crecimiento no signifique que solamente el crecimiento de algunos, sino que sea para todos”.
En la misma línea, aseguró que el crecimiento se ve reflejado en varios sectores al enumerar que “las industrias del conocimiento registraron 22 meses consecutivos alzas, la producción de petróleo en abril fue de 2 millones 700 mil metros cúbicos, la mayor cifra desde el 2009; el gas creció un 11.5 interanual, y la construcción anotó el segundo mejorar abril de la historia después de 2015, y creció el 8.8 en el comparativo”.
Además, en línea con el mandatario Alberto Fernández, la portavoz enfatizó en la centralidad de la redistribución del crecimiento para combatir la pobreza estructural. “Esto no solo tiene que ver con aumentar las cifras de empleo sino que además sea mejor pago y que crezcan los salarios. Por más que crezca la Argentina a tazas increíbles, para que quienes están en la pobreza estructural puedan salir pasarían 50 años, son cifras de las organizaciones como la ONU que se ocupan de estos temas”, manifestó.
A principio de semana, la vicepresidenta reapareció tras la renuncia de Matías Kulfas y le marcó la cancha al área controlada por Daniel Scioli tras pedir un mayor control de las importaciones y las exportaciones. En esa línea, denunció un “festival de importaciones”, al tiempo que cuestionó el escaso monitoreo por sobre las empresas y señaló falta de coordinación entre el Banco Central, la Aduana -dependiente de la AFIP- y el Ministerio de Desarrollo Productivo.
A su parte, la secretaria de comunicación de la presidencia admitió “una tirantez” con respecto a la necesidad de “muchos rubros industriales de algún tipo de importaciones”, y aclaró que el ministro Daniel Scioli y la titular de la AFIP, Mercedes Marcó del Pont “trabajarán para que efectivamente las importaciones que vengan sean referidas al régimen productivo que nosotros profundizar, instalar y promover. En ese sentido hay que ordenar, y hay que ver de qué manera se puede dar la posibilidad de que se importe aquello que se necesita para que la industria siga desarrollándose y espere un poco más aquellos que no tiene necesidad de ser importado en este momento”.